En el primer trimestre de este año las operaciones de comercio internacional mostraron una contracción, pues las ventas colombianas al extranjero cayeron un 8,7 % y las importaciones un 5,3 %, según las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Para la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso, la contingencia por la COVID-19 obligará a un reacomodo del comercio internacional, en elque un factor primordial en la producción y proveeduría de insumos será la cercanía con el consumidor final más que las eficiencias.
En esa línea, Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), mencionó que el gran reto en estos momentos es “salirse de la caja, innovar”. El dirigente gremial recordó que antes de la pandemia el mundo estaba enfocado en la guerra comercial entre Estados Unidos y China que estaba generando oportunidades, pero el coronavirus rompió eso y lo que viene ahora es un encadenamiento regional.
Valdivieso y Díaz quienes participaron en un foro virtual organizado por cámaras de comercio del oriente del país abogaron por una preparación acertada por parte de los empresarios para capitalizar esas opciones, así como cumplir normas, acreditar certificaciones de calidad, laborales, ambientales y, obviamente, de bioseguridad.
Blindando los negocios
En tiempos de pandemia, además de los riesgos sanitarios hay otros retos que rondan al comercio exterior. Así lo consideró Luis Bernardo Benjumea, director en Colombia de Business Alliance for Secure Commerce (BASC por su sigla en inglés), una alianza empresarial internacional que promueve el comercio seguro.
Según le dijo a EL COLOMBIANO “siguen vigentes los riesgos tradicionales como el narcotráfico, el lavado de activos, el contrabando y el hurto. Y como bien advirtió el Área de Control Portuario y Aeroportuario de la Policía Antinarcóticos: para el narcotráfico no existe la pandemia, el riesgo adicional sería que las empresas y todos los actores de la cadena de suministro por motivo de la COVID-19 bajaran la guardia en sus sistemas de control”. Sin que termine la emergencia sanitaria, Benjumea manifestó que una lección que va dejando esta coyuntura es que debemos avanzar rápidamente en la digitalización, y la virtualización de muchos procesos en la interacción con los clientes. “Esto nos permitirá más eficiencia, mayor oportunidad y agilidad en los procesos, menores gastos de desplazamiento, menor uso de papel, contribuyendo además al medio ambiente”, agregó el director de BASC en Colombia. Por último, también insistió en que será muy importante seguir avanzando y consolidar la interoperabilidad de los diversos sistemas de información del sector privado con los sistemas del Estado y entre las diferentes dependencias oficiales.
